La Candelaria y San Blas
Fecha de La Candelaria: 2 de Febrero
Fecha de San Blas: 3 de Febrero
La Candelaria
La Candelaria es el nombre con el que popularmente se conoce la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor en el Templo o la Purificación de la Virgen, que tiene lugar el 2 de febrero, 40 días después de Navidad
Significado de esta celebración
Según la tradición judía, después de dar a luz, una mujer debía permanecer sin ir al Templo ni tocar los objetos sagrados 40 días si paría un niño y el doble si era niña. Pasado ese periodo, debía ir al templo y realizar ofrendas al Señor. Así, la Virgen María, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, fue al Templo y ofreció dos tórtolas al Señor.
La Candelaria en Abengibre
En este día se suelen bendecir las velas (en latín: candela, de ahí el nombre de la fiesta) y cirios que se utilizarán en todas las celebraciones del año litúrgico, y que simbolizan a Cristo, la Luz del Mundo.
En Abengibre, la Misa de ese día comienza con el reparto de velas a los fieles. Por lo general, suelen guardan estas velas bendecidas para encenderlas en ocasiones especiales, como alguna petición por enfermedad o alguna súplica a sus santos patronos.
Tradicionalmente, esta fiesta de la Purificación de María se conoce como la Virgen de las Candelas o Nuestra Señora de la Candelaria y en este día, las mujeres que han tenido hijos a lo largo del año los llevan a la Iglesia para presentárselos a Dios y pedir a la Virgen que cuide de ellos.
La entrada de los Quintos
El día de la Candelaria también tenía lugar el relevo de las Quintas, en la que se despedía a los Quintos salientes y se daba la bienvenida a los entrantes.
Los Quintos del pueblo, es decir, los mozos que ese año iban a ir a la mili, hacían zahoras en casas viejas del pueblo, en las que comían y bebían hasta hartarse.
Después, con un bombo, iban por todas las calles cantando canciones chistosas sobre rumores, amoríos, escándalos o cualquier tema que en ese momento estuviera en el candelero.
Después, a la salida de la misa de La Candelaria tiraban carretillas a todos los asistentes.
Otras celebraciones que tienen lugar este día son las hogueras de San Blas.
San Blas
El 3 de febrero se celebra la fiesta del santo protector contra las enfermedades de la garganta y la noche anterior se prenden hogueras en su honor.
San Blas, santo protector de la garganta
San Blas fue un obispo armenio que vivió en el siglo IV, que ejercía la medicina y el apostolado entre todos aquellos que lo necesitaran. Durante la persecución a los cristianos, fue sometido a martirio y condenado a muerte por no renunciar a su fe. Mientras era conducido al lugar en que iba a ser ajusticiado, una madre le pidió que sanara a su hijo que estaba agonizando porque tenía clavada una espina en la garganta. San Blas impuso sus manos sobre el niño y éste sanó. Desde entonces, el santo se convirtió en santo protector contra las enfermedades de la garganta.
Las hogueras de San Blas
Al igual que ocurre con San Antón, la noche anterior a la celebración de San Blas, Abengibre tiene como tradición realizar las Hogueras de San Blas, utilizadas como símbolo de purificación y destierro de los males.
La tradición manda que cada grupo de vecinos organice una hoguera y los mozos recorran el pueblo saltando cada una de ellas, al tiempo que los quintos espantan a los vecinos con sus temidas «carretillas».
Antiguamente, tras saltar las hogueras, la gente se reunían en una casa del vecindario para jugar a la lotería. Además, era tradición que ese día se hiciera una cena especial que en casa de mis abuelos maternos consistía en huevos fritos, picatostes y tajás de todas.
La festividad de San Blas en Abengibre
Como santo patrono contra las enfermedades de garganta, en Abengibre se le dedica una misa el día 3 de febrero, día de su festividad, en la que todo el pueblo lleva panes a bendecir para que les cuide la garganta y les libre de las afecciones del aparato respiratorio. Hoy, tras la celebración de la misa, la organización de amas de casa y varios vecinos del pueblo hacen una invitación pública a los típicos nuégados.